Casa Vanzo: un modelo de restauración y puesta en valor patrimonial

Desde febrero, Rosario cuenta entre sus sitios de interés cultural y arquitectónico con la casa de Cochabamba 2010 donde tuvo su taller y pasó sus últimos años el célebre pintor Julio Vanzo. La refacción del inmueble se llevó a cabo gracias al trabajo conjunto del Estado municipal, una entidad bancaria, y una empresa constructora. La Gaceta recogió el testimonio del director de esta última firma para conocer otras experiencias del aporte que este rubro hace al patrimonio cultural de la ciudad.

por La Gaceta

Hay acontecimientos que, por pequeños que parezcan, logran que la tan mentada “sinergia entre el sector público y el privado” no quede en un slogan y logre plasmarse en hechos concretos. Un ejemplo de esto es la restauración y puesta en valor de la casa del célebre pintor Julio Vanzo que llevaron a cabo la Municipalidad de Rosario, el Banco Coinag y la constructora Fundar

Se trata del inmueble ubicado en Cochabamba 2010, en la zona del Parque Independencia y próximo al Museo Castagnino, que la sobrina y heredera del artista donó al municipio. El mismo fue construido en 1942 por el arquitecto Ermete de Lorenzi, quien al radicarse en Buenos Aires tres años después, cedió a su amigo Julio Vanzo. El artista instaló allí su taller y lo utilizó como morada en sus últimos años de vida. 

Las obras de restauración se iniciaron a mediados de octubre de 2021 y en febrero de 2022 se hizo entrega de la llave, cediendo a la ciudad un espacio de valor histórico y patrimonial en una ceremonia que estuvo encabezada por el intendente Pablo Javkin; el secretario de Cultura, Dante Taparelli; y representantes de las empresas involucradas.

Con la obra ya terminada y a disposición de quienes quieran visitarla, La Gaceta consultó al arquitecto y director de Fundar, Daniel Verger, para conocer detalles del trabajo de restauración que asumió esa firma.

“El proyecto fue entregado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, que determinó los lineamientos de la obra, así como lo que se precisaba y pretendía de cada espacio. Desde Fundar nos encargamos de ejecutar la instancia de obra que, a nivel técnico, presentó algunas dificultades”, dijo. 

Las tareas para la refacción del inmueble demandaron el pulido de pisos y zócalos; colocación de piso y revestimiento de porcelanato en office y sanitario; albañilería y apertura de nuevos vanos; reparación de revoque y humedades; instalación sanitaria y tendido de agua.

También hubo adaptación de instalaciones para office y sanitario nuevo apto para discapacitados; colocación y provisión de mesada, grifería y sanitarios; instalación eléctrica con cañería exterior y colocación de bandejas para iluminación; pintura interior; restauración y limpieza de fachada; restauración de aberturas, herrerías y reemplazo de vidrios rotos. 

“La restauración fue un trabajo de alguna manera conocido para nosotros en función de experiencias previas similares. Era fundamental mantener la esencia de la casa, un objetivo que creemos haber cumplido”, agregó Verger. 

El arquitecto puso de relieve la satisfacción de que la empresa haya podido hacer su aporte a la puesta en valor de este inmueble emblemático. “Estamos muy contentos y, sin dudas, el mayor desafío de acá en adelante es seguir trabajando para que la ciudad crezca en términos de arquitectura y por qué no, también de arte”, sostuvo. 

Este último concepto de Verger generó en La Gaceta la inquietud por saber de qué modo, más allá de la restauración de la Casa de Vanzo, una constructora como Fundar se vincula con el arte y el patrimonio de la ciudad. 

—¿Cómo surge el interés de la empresa por hacer un aporte, desde lo constructivo, al patrimonio artístico y cultural de Rosario?

—En Fundar, convivimos en un movimiento pendular permanente entre la técnica y el arte como parte de nuestro oficio, de nuestro hacer diario. Es por lo tanto, para nosotros, natural vincularnos con los aspectos culturales de nuestra ciudad y en especial lo artístico. 

Un punto de partida para consolidar ese vínculo fue la construcción del edificio de oficinas “Museion”, ubicado en Alvear 1670, lugar dónde se encuentra el estudio. Tal como su nombre lo indica y en función de la cercanía con el Museo Castagnino se fue forjando una relación estrecha entre el Museo y la empresa. 

Por otra parte, desde hace un tiempo participamos todos los años del Salón Nacional de Rosario, además de estar presentes en distintas actividades culturales relacionadas con el Museo y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad. 

Cuando se comenzó a trabajar en el edificio “Museion” se ideó específicamente un sector en planta baja para ser utilizado como sala de exposición que, años después, pasó a llamarse “Espacio 1670”. Por allí pasaron distintos artistas emergentes de nuestra ciudad. 

Reafirmamos nuestro compromiso de ser actores partícipes del crecimiento y el apoyo a la cultura y al arte de Rosario».

Siempre relacionado con el arte, nos resulta interesante destacar que hace unos años atrás, a la hora de entregar la torre de usos mixtos “Alto Buró”, se donó, en un punto de articulación urbana, en la esquina de Thedy y Junín, una gran escultura a la ciudad. 

El “Pez del Paraná” celebra el punto de encuentro entre la naturaleza y lo urbano. Simboliza la unión de arte, hábitat y nuestro amor por Rosario. Lo hicimos convencidos de que ese aporte ayudaría a consolidar esa porción de la ciudad, que en su momento estaba en desarrollo, y contribuiría a convertirse en un ícono para los habitantes.

El edificio “Carmen” también es un claro ejemplo de esa búsqueda constante. La torre ubicada en Av. Pellegrini 1558 y entregada a finales de 2019, cuenta con un mural de 14 metros de alto por 25 de ancho, realizado por las artistas rosarinas Vanesa Galdeano y Analí Chanquia del “Proyecto Medianeras”

A través de un concurso, del cual resultaron ganadoras, plasmaron una gran obra de arte que se impone como parte inherente de la arquitectura del edificio. La misma consigue armonizar distintos elementos y otorga diversas escalas de percepción para el espectador, cada vista es diferente convirtiéndose en una pequeña obra en sí misma. 

Resulta convocante intentar posicionar a Rosario a la vanguardia de los pilares antes mencionados a través de la creación de edificios cuya intención sea impactar positivamente en el entorno. 

En síntesis, podríamos decir que desde nuestra génesis y hasta el día de hoy, reafirmamos nuestro compromiso de ser actores partícipes del crecimiento y el apoyo a la cultura y al arte de Rosario.

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