Melina Spinetta: postales de su paso por la XVIII Bienal Internacional de Buenos Aires

La Gaceta continúa con el ciclo de entrevistas a referentes de los cinco estudios que representaron a Rosario en la edición 2022 de la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires. En esta oportunidad, Melina Spinetta nos comparte su experiencia en esta prestigiosa muestra en la que participó con dos obras de su autoría y cuatro junto a las colegas del estudio CMS Arquitectas.

por La Gaceta

“Las instancias de exposición nos obligan a frenar la vorágine del trabajo en el estudio, a detenernos a pensar qué queremos mostrar y cómo”, dice la arquitecta rosarina Melina Spinetta al analizar el valor que tienen los festivales, muestras y conferencias de esta disciplina; instancias que, entre otras cosas, permiten mostrar obras, conocer la de otros colegas, y acceder a charlas y conferencias que suelen ser enriquecedoras. 

En este caso, las palabras de Spinetta son a propósito de su participación (con dos obras de su autoría y cuatro con el estudio CMS Arquitectas, que comparte con Paula Matiasevich y Diana Chiatello) en la XVIII Bienal Internacional de Arquitectura Buenos Aires 2022, que se llevó a cabo entre el 28 de septiembre y el 2 de octubre de este año en el Faena Arts Center de Puerto Madero.

Con estas preguntas a Melina Spinetta, La Gaceta continúa con el ciclo de entrevistas a referentes de los cinco estudios que representaron a Rosario en la edición 2022 de esta prestigiosa bienal.

—¿Cómo surgió tu participación en la Bienal?

—A partir de las dos distinciones obtenidas en el “Premio Nacional Soy Arquitecta 2021-2022” (premio en categoría Desarrolladora y mención en Proyectista) las obras tuvieron repercusión por fuera de Rosario y fue el vínculo de conexión para la invitación por parte del comité organizador a participar de la exposición central como estudio invitado de la Bienal Internacional de Arquitectura de Bs.As.

—¿Con qué obras participaste y cómo fueron exhibidas?

—Las obras elegidas para ser presentadas en la Bienal fueron consecuencia directa de la modalidad de exhibición, ya que cada estudio tenía que presentar dos videos (sin audio): uno de 1 minuto que mostrara el estudio, sus integrantes y conformación espacial; y otro video más extenso de 10 minutos de las obras. Con lo cual, las obras elegidas fueron las que nos dieron la posibilidad de hacer el registro audiovisual, ya sea ingresando a ellas o como en el caso de los edificios utilizando el recurso del drone para la realización de tomas aéreas de volumetría y fachadas.

Las obras que participaron en los videos abarcaron las dos escalas de vivienda: unifamiliar y colectiva. En el caso de las viviendas unifamiliares, presentamos la “Reforma Casa Balcarce” donde funciona actualmente el estudio, que es la reforma de una típica construcción de principios de 1900 en Rosario; y “La casa de los 7 patios”, ubicada en un lote de grandes dimensiones en Funes, cuyo proyecto habilita una dualidad que convive en la casa: la mirada amplia al jardín mediante generosas galerías y la mirada de introspección contenida que direccionan los siete patios, al mismo tiempo que permiten el ingreso de sol y aire a todos los espacios de la casa de una manera controlada por la vegetación y aleros.

Reforma Casa Balcarce: (Rosario, 2011) Arq. Melina Spinetta. Fotografía: Walter Salcedo

La Casa de los 7 patios: (Rosario, 2019-2022) Arq. Melina Spinetta. Fotografía: Ana Delgado Estudio

En cuanto a la escala multifamiliar, se incluyeron en los videos cuatro edificios de “CMS arquitectas” realizados en conjunto con mis colegas Paula Matiasevich y Diana Chiatello y que fueron “Edificio SF2235,  Edificio SP86, Edificio AL587 y Edificio SL2401”, todos ellos ubicados en terrenos entre medianeras en la zona centro de Rosario. Son edificios en propiedad horizontal de departamentos de 1 y 2 dormitorios, todos con espacios semicubiertos de balcón y realizados con materiales nobles que conllevan bajo mantenimiento como el hormigón visto y el ladrillo.

Había otras obras que me hubiera gustado mostrar, pero debido a la imposibilidad de acceder para filmarlas por su ubicación o el plazo de tiempo transcurrido desde su finalización, se hizo difícil poder incluirlas.

Los videos realizados por CApA (Contenidos Audiovisuales para Arquitectura) fueron pensados y filmados desde el punto de vista de las dos miradas: una más en detalle, deteniéndose en luces y sombras, en texturas y movimientos cotidianos de quien habita el espacio y lo recorre de manera habitual apropiándose del mismo; y por otro lado, una mirada más general, con tomas aéreas de la volumetría exterior, las fachadas y los balcones; una mirada exterior más globalizada, que nos cuenta de la vinculación del edificio con la ciudad y el paisaje urbano.

Edificio AL587: (Rosario, 2015-2018). Arqs. Diana Chiatello, Paula Matiasevich y Melina Spinetta. Fotografía: Walter Salcedo

Edificio SF2235: (Rosario, 2019-2022) Arqs.Diana Chiatello, Paula Matiasevich, Melina Spinetta. Equipo CMS arquitectas: Arq.Mariela Echecury (dirección de obra), Arq.Valeria Mecchia, Arq.Victoria Figueroa, Arq.Lucrecia Rossi, David Pippa, Arq.Camila Barrera, Camila Cividini.Fotografía: Santo Estudio

—¿Tuviste algún tipo de devolución?

—Recibimos de parte de colegas muy buenos comentarios y repercusiones en redes, que es el espacio donde hoy interactuamos y nos nutrimos profesionalmente entre todas las arquitectas y arquitectos. Fue muy enriquecedora la posibilidad de viajar y encontrarnos para compartir el espacio de exposición de la Bienal con otros dos estudios de Rosario que también participaron como fueron G+H (Estefanía Guidi y Gustavo Hernández) y 2(A) (Guillermina Iglesias y María Eva Contesti), se formó un vínculo a partir de esto que quiero destacar.

Y por supuesto, no puedo dejar de nombrar el grupo de las arquitectas que conforman “SoyArquitecta.net” que nos recibieron muy cálidamente como anfitrionas de la ciudad y con quienes nos sentimos identificadas y agradecidas.

Es enorme el aporte que realizan para lograr que el arduo e importante trabajo de las arquitectas sea reconocido y visibilizado. Fue muy interesante la conferencia que dieron en la Bienal, de dos horas de duración, que dio cuenta del enorme quehacer que realizan en pos de este objetivo.

«El registro audiovisual nos impulsó a pensar la forma de mostrar las obras en un formato que no estábamos habituadas.»

—¿Notaste alguna característica distintiva de esta edición de la Bienal que pueda marcar algún cambio o tendencia?

—Fue muy diferente a otras Bienales la modalidad de exposición de las obras de los estudios participantes, ya que consistió en seis pantallas gigantes que en modo loop pasaban los videos de cada estudio. En cada pantalla se iban intercalando videos individuales y luego, nueve videos al unísono en forma de damero.

Esta modalidad de exposición mediante imágenes en movimiento modifica el paradigma tradicional al cual estamos acostumbradas/os, en donde la obra que se exponía estaba inmóvil y el que se iba moviendo por el espacio marcando el ritmo de lo que le interesaba ver o no, era el espectador-visitante.

En esta oportunidad, diríamos inédita para la trayectoria de las Bienales en Argentina, eran las imágenes de las obras que mediante los videos marcaban el ritmo de la muestra, que iba modificándose a cada segundo.

Otra característica que observé, y que espero que sea tendencia y se consolide en las próximas bienales, es la participación de mujeres profesionales, tanto en estudios invitados como conferencistas en el programa general de la Bienal. En este sentido, hubo una apuesta a la diversidad, no solamente de género, sino también de escalas de los estudios y proyectos, y de procedencias.

Desde el punto de vista de las temáticas de las conferencias, noté un interés acerca de la inclusión de criterios de sustentabilidad y utilización de materiales del lugar como fueron los proyectos presentados por Gloria  Cabral; experiencias de construcción accesibles y viables económicamente en conjunto con la comunidad donde se insertan, con una perspectiva social muy interesante, como fueron las exposiciones de Entre Nos (Costa Rica), Semillas (Perú) y Natura Futura (Ecuador); programas de sensible escala humana insertos en la gran ciudad de New York, como los presentados por Galia Solomonoff.

También observé la preocupación del proyecto urbano de las ciudades como fueron las presentaciones de las estrategias urbanas de las principales ciudades de Argentina, en donde estuvo Rosario representada por la secretaria de Planeamiento, Agustina González Cid.

Y, por último, lo que llamó mi atención por la novedad fue la conferencia de Patrik Schumacher del estudio Zaha Hadid (Londres) que se basó en Arquitectura y Metaverso, introduciendo el universo de ficción que significa la virtualidad digital.

Edificio SL2401: (Rosario, 2010-2013) Arqs. Diana Chiatello, Paula Matiasevich y Melina Spinetta. Fotografía: Walter Salcedo

Edificio SP86: (Rosario, 2013-2015) Arqs. Diana Chiatello, Paula Matiasevich y Melina Spinetta. Fotografía: Walter Salcedo

—¿Qué experiencias destacas de tu paso por la Bienal?

—En líneas generales, la experiencia de asistir a las conferencias fue muy interesante no sólo por las temáticas y personalidades, sino y principalmente, porque a la finalización de cada conferencia los expositores compartían charlas en un clima distendido, lo cual nos posibilitó intercambiar ideas y comentarios con colegas no solamente de Argentina sino también de otras ciudades del mundo que dieron conferencias, muchos de ellos que admiramos y respetamos.

En el plano de lo personal, estas instancias de exposición nos obliga a frenar la vorágine del trabajo en el estudio, a detenernos a pensar qué queremos mostrar y cómo. Simplemente esa acción por sí misma, se convierte en un momento de capitalización de lo realizado y también de verificación del camino transitado. Todo esto es posible porque hay un compromiso de exponer las obras que conlleva un crecimiento profesional, que valoro y agradezco enormemente.

En esta oportunidad tuvimos el extra de la modalidad de registro audiovisual, que nos impulsó a pensar la forma de mostrar las obras en un formato que no estábamos habituadas; que implicó movimiento y con él cierta incertidumbre, y también la inclusión de los habitantes y objetos presentes en los espacios, porque efectivamente no hay posibilidad de borrar algún cable o algo que no queremos que se vea. Desde este punto de vista fue un desafío interesante y pienso que el resultado mostró cierta honestidad en las obras, que tal vez no la tenga el instante detenido en las fotos retocadas.