por La Gaceta Arquitectura
“Tratamos de generar una experiencia de trabajo acorde al mundo actual, donde los mobiliarios y las oficinas post pandemia cambiaron muchísimo”, dice a La Gaceta Arquitectura Pablo Colacrai, representante en Rosario de Grupo A2. El mega-local de más de 500 metros cuadrados de esta firma lo posiciona como uno de los más grandes del país dedicados al equipamiento de oficinas.
Su localización en el revitalizado barrio de Refinería, lindero a Puerto Norte, es estratégica: los escenarios recreados en su showroom sintonizan con las nuevas demandas de las grandes empresas para ambientar sus espacios laborales. Pero también, ofrecen opciones para clientes de distintas escalas -incluso para uso doméstico- en las que predominan conceptos que se venían imponiendo como tendencia y que la pandemia potenció.
—¿Cuáles son las características de esos nuevos conceptos?
—Hoy predomina la tendencia a interrelacionar los espacios fijos con los flexibles, a pasar por distintas etapas dentro del mismo día laboral. La influencia de la pandemia fue notable. Entre otras cosas, hubo gente que pasó mucho tiempo trabajando en sus hogares, donde pudo acondicionar su propio espacio y, volver a sus puestos de trabajo en la oficina les pareció chocante.
Las empresas tuvieron que atender esa demanda e incorporar nuevos conceptos, como la presencia de algo de vegetación y espacios que dieran una sensación de amplitud. Es decir, alejarse de la idea tradicional de la oficina como un lugar rígido y estructurado.
La planta permanente de las empresas también se achicó, porque hoy los horarios rotan, y están quienes alternan entre el home office y el trabajo presencial. Este cambio de paradigma es positivo. Si comparamos las oficinas de hace cuatro años atrás con las de hoy, el cambio es notable.
Hoy las oficinas son lugares mucho más amenos, menos rígidos, con más vegetación y colores, incluso con la incorporación de dibujos en algunos sectores. Todo busca contribuir a un mejor ambiente laboral. Las oficinas hoy se caracterizan por ser espacios flexibles y dinámicos, que tienen que generar ganas de estar allí, de disfrutarlos.
—¿Y de qué forma acompañan esta tendencia con los productos y espacios que montaron en el showroom?
—Con nuestro showroom quisimos contar todo esto y permitir que los clientes puedan vivir la experiencia Es lo que queremos contar nosotros acá, con este showroom y con esta propuesta de la vidriera. La idea es que los clientes puedan vivir la experiencia de cómo se verían trabajando en un lugar.
Volviendo a las características del nuevo concepto, hoy las oficinas con puestos de 60 personas fijas no están más, ni en las grandes empresas existe eso. Se han abierto los espacios con sectores más flexibles. Y nosotros buscamos recrear eso en nuestro local.
—¿Cuál es la mayor demanda que observan actualmente?
—El fuerte de Grupo A2, hoy son las sillas. Esta es la única empresa en el país con más del 85 por ciento de sus sillas homologadas y certificadas en ergonomía por el INTI.
Al margen de la flexibilidad de los espacios, hay que tener en cuenta de que hoy uno pasa más tiempo sentado que durmiendo. Y esto implica estar bien sentado no sólo en la oficina, en tu trabajo, sino también en tu casa, o donde sea. Hay una gama de sillas muy amplia, para todas las necesidades, para todos los precios y para los sectores donde las pienses ubicar.
De todos modos, ofrecemos todo el amoblamiento para la oficina. En tabiquería divisoria ofrecemos el servicio desde cero, pensando en divisiones y subdivisiones de los espacios, ya sea con tabiquería de aluminio un poco más rígida, o con otro tipo de material más flexible.
—¿Hay una demanda creciente de mobiliario para el armado de espacios de coworking? ¿Es una tendencia que ustedes pueden confirmar?
—En nuestra planta alta tenemos un espacio armado con esas características. En Rosario hay espacios de coworking pero no se si es algo tan extendido aún. Por lo general, es un concepto que aparece plasmado en los layouts de las grandes oficinas; donde están los espacios para las gerencias, los espacios semi-privados y los espacios abiertos.
Dentro de estos espacios abiertos aparece ese criterio reservado al trabajo más distendido. Entonces se piensa en una mesa más alta con sillas especiales, que permitan un trato y una conexión un poco más directa.
—¿En qué consiste la propuesta de vidriera que diseñaron junto al estudio de arquitectura e interiorismo Malawi?
—Fue una iniciativa que dio muy buen resultado. Queríamos posicionar a este local como la casa de los profesionales, en el sentido de ir armando una propuesta con distintos estudios de arquitectura para intervenir algunos espacios.
La idea era que los y las profesionales pudieran mostrar sus propuestas desde lo conceptual y el diseño, y nosotros la nuestra desde la fabricación y el armado del mobiliario. Con ese objetivo surgió este mobiliario que armamos con el estudio Malawi en el showroom.
Lo que estamos exhibiendo son unos espacios tipo boxs, con unas columnas ranuradas en 360 grados, con paneles que nos permiten un layout muy flexible para dividir y subdividir ambientes. Dentro de cada ambiente, trabajamos con una monocromía específica, buscando contar distintas experiencias dentro del mismo box.
Todo fue diseñado específicamente para esta propuesta. Las columnas, por ejemplo, son de matriceria exclusiva de Grupo A 2, con su ranurado en 360 grados que permite salir en cualquier dirección con los paneles. Esto se usa mucho para paneles flexibles y pequeñas divisiones en una oficina.
La idea principal era subdividir en cuatro ambientes a un espacio. Y, dentro de cada lugar, contar una propuesta distinta: mostramos una pequeña kitchenette, un espacio de relax al estilo soft seating, un espacio de escritorio, y otro destinado al guardado.
Todo esto, con un aporte artístico, con fuerte protagonismo de los colores, y mostrando las posibilidades que ofrecemos con diseño exclusivo de Grupo A 2. Y lo importante es que, todo lo que se observa en esa vidriera, es realizable y puede adaptarse exclusivamente para un cliente específico.
El rol del estudio Malawi fue armar la propuesta, el layout. Y el nuestro, fue armarlo poniendo a disposición la fábrica y los talleres de pintura. Los colores elegidos están fuera de los colores más estándar, porque en las oficinas se tiende a buscar la neutralidad.
Ésta era una propuesta con una búsqueda más artística, y el resultado fue espectacular. Entendemos que esto va cambiando permanentemente. Este es un rubro con mucha innovación, muy dinámico, y tratamos de estar a la altura.
