El Puerto de la Música volvió a sonar, pero hace ruido

El gobierno provincial reflotó la posibilidad de construir el Puerto de la Música, la ambiciosa obra que Hermes Binner encargó a Oscar Niemeyer y que nunca pudo concretarse. Sin embargo, la idea de mudar su emplazamiento a Granadero Baigorria encendió la polémica. Las autoridades del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe y del Distrito 2 Rosario, encabezaron la defensa del proyecto original con un contundente documento.

por La Gaceta

El primer movimiento sonó en un medio de comunicación local bajo la forma de trascendido. Luego, unas escuetas declaraciones arrancadas al gobernador Omar Perotti terminaron por confirmar la noticia: el gobierno provincial se proponía retomar el proyecto del Puerto de la Música.

Pero nada de bombos ni platillos para lo que debería ser un anuncio a toda orquesta, porque un insólito movimiento de la batuta provocó una disonancia que alteró la partitura original. 

El lugar elegido para emplazar la obra diseñada por Oscar Niemeyer no sería Rosario, en las inmediaciones de Pellegrini y el Paraná y al ras del agua, para que la esfera se refleje en el río -tal como lo ideó el gran arquitecto brasilero-, sino en Granadero Baigorria, en la zona del Remanso Valerio. Diez kilómetros más al norte y sobre una barranca. 

Allegro ma non troppo

Las expectativas generadas por el anuncio de que, tras más de una década de idas y vueltas con mucho freno de mano político la ambiciosa iniciativa que impulsó Hermes Binner para que Rosario exhiba orgullosa la única obra de Niemeyer en el país comenzaron a sonar con sordina. Y aparecieron los bemoles.

“Este proyecto se debe mirar como un fenómeno metropolitano. La obra se tiene que hacer; no me preocupa dónde”, dijo el intendente Pablo Javkin. Y agregó: “Ojalá tengamos primero una posibilidad cierta para que el proyecto se desarrolle. Noto cierto fanatismo por el lugar de enclave del Puerto de la Música, que a veces supera la posibilidad de que se concrete”.

Los principales fundamentos del mandatario local para desalentar la idea original se centraron en las dificultades estructurales que hoy presenta el sitio donde se planeaba construir el Puerto de la Música. 

“Despejamos lo que era la Zona Franca de Bolivia. Cualquiera que pase por allí se dará cuenta que la bajante del río y otras situaciones destruyeron el sistema de muelles”, dijo, y le puso números su escepticismo: “Ese emplazamiento requeriría una obra adicional de al menos 40 millones de dólares extras a los trabajos de recomposición de los muelles”.

Del otro lado del puente, otro cantar. El intendente de Granadero Baigorria, Adrián Maglia, se apropió del escenario y se peinó para la foto: “Tener este proyecto en nuestra ciudad es un desafío y a la vez un premio a nuestra manera de entender y favorecer el crecimiento de Baigorria. Somos privilegiados de poder soñar con una oferta cultural así para los ciudadanos, que posicionará a Baigorria en el mundo y que significará un salto de categoría para la ciudad”, afirmó. 

Las cosas en su lugar

Con un contundente comunicado, el presidente del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe (CAPSF), Rubén Palumbo; y su par del Distrito 2 Rosario (CA D2), Ariel Giménez, picaron en punta en la defensa del emplazamiento original del proyecto de Niemeyer.

Titulado “Las cosas en su lugar”, el escrito es una reivindicación de las competencias de los y las profesionales de la arquitectura en cuanto a sus capacidades y criterios para proyectar una relación directa y armónica entre la obra y su entorno. 

El documento completo es el siguiente: 

Ahí donde la ciudad de Rosario remata su recorrido público-peatonal y continuo de 7 kilómetros sobre el río Paraná, resultado de su lucha, programas y proyectos durante más de 40 años, justo en esa interfase ciudad-puerto, el arquitecto Oscar Niemeyer había proyectado el emplazamiento del Puerto de la Música.

El edificio, la explanada pública, la esfera que se reflejaría sobre el agua del río porque el plano de apoyo y el agua son cercanos, todo estaba pensado y proyectado para ese lugar. Allí donde termina la ciudad y comienza el puerto, ese es el sitio del Puerto de la Música.

La polémica decisión del gobierno provincial de cambiar el emplazamiento del emblemático proyecto de Niemeyer para la ciudad de Rosario muestra una falta total de sensibilidad, pensando que se puede extrapolar una idea desarrollada en la bajada de la Av. Pellegrini hacia el sur que funcionaba como remate de la transformación urbanística y cultural del espacio público sobre la Costa del Paraná (skyline de Rosario).

Redefinir la ubicación del Proyecto de una presencia urbanística notable sería poco feliz porque sería desmerecer un enorme trabajo pensado por el arquitecto Oscar Niemeyer con sus croquis preliminares en su sitio original.

Es un manejo no recomendable, poco serio, pretender politizar la arquitectura. Si hace algunos años se buscaron miles de motivos para que el proyecto no se hiciera obra, nos preguntamos qué cambió para reaparecer pero en un escenario lejano.

Nos preguntamos también sobre el sentido de utilizar este proyecto realizado por uno de los grandes arquitectos del Movimiento Moderno, con la posible intención de revitalizar un área próxima al Puente Rosario-Victoria, al norte de nuestra ciudad en el municipio de Granadero Baigorria, justo en el actual emplazamiento del barrio Remanso Valerio. Entendemos que para ello hay otras alternativas.

Si el Puerto de la Música se emplazara en esa zona de barrancas, la diferencia de cotas a nivel con el río no permitiría a la esfera reflejarse sobre el agua, tal como se contempla en el proyecto original. Entre tantas otras, una pregunta que nos surge es dónde se ubicaría la explanada pública.

Nos interesaría saber si el equipo de proyecto de Niemeyer fue notificado de esta iniciativa del gobierno provincial y, de ser así, conocer su opinión al respecto.

Se podría pensar que lo importante es que el Puerto de la Música se construya por lo que significaría contar con la única obra de Oscar Niemeyer en Argentina. Aunque no restamos importancia a esa mirada, entendemos que se trató de un objetivo prioritario en otro momento y pensado para otro sitio.

Como Colegio de Arquitectas y Arquitectos planteamos que el frente ribereño público debería tener al Puerto de la Música en el límite sur -tal como fue proyectado- y en el extremo norte, entre las dos ciudades (Rosario y Granadero Baigorria) otro proyecto emblemático que sea producto de un Concurso Público que podemos organizar y que corra mejor suerte que el realizado hace algunos años -precisamente- en la cabecera del Puente Rosario-Victoria, donde ahora pretenden mudar el Puerto de la Música”.

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