La casa invita: una aventura literaria en los márgenes de la arquitectura y las infancias

El próximo jueves 20 de octubre el ciclo literario del CA D2 "En los márgenes" tendrá como disparador el libro "Alimañas en la casa nueva", de la rosarina Verónica Laurino. "La autora plantea una mirada sobre el habitar, las nuevas urbanizaciones en la periferia, el rol del arquitecto o la arquitecta y los modos de apropiación de los espacios, pero lo hace desde la imaginación que todo lo transforma", dice la coordinadora del evento.

¿Quién dijo que una casa nueva, recién construida, no puede esconder misterios o alimentar la sospecha de que existen seres que la acechan desde otra dimensión? La literatura fantástica y los relatos orales siempre ubicaron estos fenómenos en viejas casonas, en castillos o en casas abandonadas ¿Son el cielorraso, las paredes recién revocadas o la iluminación led, elementos que atentan contra ese tipo de fantasías? 

La respuesta a este interrogante habrá que buscarla lejos de la lógica adultocéntrica y aventurarse al territorio de las infancias. Pero desde La Gaceta ofrecemos un atajo: visitar el Colegio de Arquitectos el próximo jueves a las 18, donde la cuarta jornada del ciclo literario En los márgenes tendrá como protagonista a un libro que no sólo resuelve este asunto sino que invita a compartir una gran aventura. 

El libro en cuestión es “Alimañas en la casa nueva” (libros silvestres, 2018), escrito por Verónica Laurino y con ilustraciones de Pilar Moreno. Una breve reseña ayuda a comprender de qué va esta convocatoria:

Lucio acaba de mudarse a una flamante casa recién construida, sin fantasmas ni misterios, en un barrio de nombre extraño cuya característica más admirable parece ser la prolijidad. Y aunque supuestamente está edificada sobre un terreno que hace miles de años era un pantano, la casa es aburrida; y no hay ni noticias de las alimañas que -según dice su mamá- acechan.

Alimaña (del latín animalia): animal indefinido, indeterminado, dañino, viscoso y pegajoso. Sin embargo, el pequeño protagonista de Alimañas en la casa nueva, mientras juega y observa en el rincón telúrico del abuelo Bartolo y pinta el pasto de color azul, va descubriendo una serie de cosas raras y más que raras ¡desopilantes! Por ejemplo, un batifondo misterioso que provocan los juguetes cuando están solos y un portal hacia otra dimensión. Una novela narrada en primera persona de a pequeños trancos, que inspira al lector a explorar los límites entre la imaginación y la realidad. 

La coordinadora de este ciclo, la arquitecta Constanza Torio, nos explica por qué el libro de Laurino cuenta con todas las características necesarias para introducir la temática infantil entre los cruces de la arquitectura y la literatura:

«La autora plantea una mirada sobre el habitar, las nuevas urbanizaciones en la periferia, el rol del arquitecto o la arquitecta y los modos de apropiación de los espacios, pero lo hace desde la imaginación que todo lo transforma. Se cuenta la vida doméstica desde los sentidos: las cañerías brindan gaseosa burbujeante, las dicroicas cuelgan como un cielo estrellado, el aroma de la pinotea transporta a un bosque al lado del mar, un jardín es pintado de azul. Lucio, el protagonista, necesita misterios, riesgos, aventuras. Y los encuentra -o los inventa- en cada rincón de la casa», dice.

En ese sentido, Torio plantea un interrogante: «¿Hasta qué punto los arquitectos y las arquitectas consideramos la participación de les niñes? No solo por la escala sino por sus preocupaciones, la subversión de sus valoraciones, la vivencia del espacio desde la corporalidad y el movimiento, la capacidad poética de nombrar y de entender el mundo. 

En las presentaciones anteriores del ciclo En los márgenes se incluyó la fotografía, la ilustración, y la novela policial. La dinámica logró el diálogo entre autores y presentadores junto a la participación de los asistentes. En esta oportunidad, la cuarta jornada destinada a las infancias contará con la presentación y moderación de Virginia Giacosa -comunicadora social con experiencia en programas radiales que promueve la opinión de las infancias- y las músicas Lucía Quintana y Lara Sesso, que, al frente de Las Mandrilas, van a crear el ambiente para el juego y la participación. 

Desde la organización del ciclo En los márgenes aclaran que, aunque el libro está indicado para niños y niñas a partir de 7 años, la invitación para el jueves próximo es para todo público. Y como Los niños y niñas siempre vienen acompañados de personas mayores, las puertas del Colegio estarán abiertas para recibir a padres, madres, tíos, tías, abuelas, abuelos, amigos y amigas.  

En diálogo con La Gaceta, Verónica Laurino se mostró expectante por la presentación de su libro el jueves próximo en un ámbito como el Colegio de Arquitectos, y compartió detalles de su recorrido literario y de cómo llegó a concebir Alimañas en la casa nueva.

¿Cómo te involucrás en la experiencia de escribir para las infancias, que requiere un manejo de recursos muy propios? 

—Yo empecé a escribir de grande, cumplidos los 35 años. Pero siempre fui muy lectora. Lo primero que escribí fue una novela titulada «Breves fragmentos», en la que me ayudó Patricia Suárez. Luego escribí libros de poesía, otra novela llamada «Jardines del infierno», y también asistí a talleres literarios. Y nunca he dejado de ser lectora. Con la primera novela tuve suerte porque ganó un concurso y la publicaron, y eso me entusiasmó porque ya no me sentía tan sola y me daba cierto respaldo.

Empecé a escribir para niñes en 2010. La primera fue una novelita que se llama «Vergüenza», pero en un momento me desanimé y le pregunté a un amigo si no quería sumarse. Entonces se Tomás Boasso se sumó y escribimos a medias. Esa novelita también tuvo suerte y la publicó Editorial Sigmar. Luego seguirían «Paren de pisar a ese gato», «Alimañas en la casa nueva» y «Mula». Próximamente saldrá «Superhérua», y está en preparación «El círculo naranja».

Lo que más me gusta de la literatura infantil es la absoluta libertad. En ese mundo es todo invención: un gato piensa, un niño pinta los pastos de azul, o una pata adopta unos pollitos. Y también disfruto mucho del público; los niños son muy sinceros, y si no les gusta algo, te lo dicen. En esa absoluta libertad, nunca sé si escribo para niñes o para quién, pero disfruto de escribir. Pasa por el deseo.

—¿Cómo definirías en pocas palabras al libro Alimañas en la casa nueva?

—El libro se iba a llamar originalmente «La casa nueva» pero como justo salió otro libro con ese título, con la editora de los Libros Silvestres nos decidimos por «Alimañas en la casa nueva». Es una novelita para niñes armada con pequeños capítulos o fragmentos cuyo personaje es Lucio, un niño que se muda junto con su familia (bastante particular, como todas) a una casa nueva y como las mudanzas son, a veces, difíciles para les niñes tratan de buscarle una historia atractiva, siempre tratando de no bajar línea ni de dejar un mensaje. El libro está ilustrado or Pilar Moreno que logró dibujar unas Alimañas encantadoras.

—¿Cómo te llegó la propuesta de participar del ciclo En los márgenes?

—Surgió de un encuentro casual con Constanza Torio en una librería. Ella me comentó que estaba buscando un libro para niñes que tuviera una relación con la arquitectura. En un acto de total caradurismo -algo que no es muy habitual en mí- le conté que yo tenía un libro que tenía relación con la arquitectura, y quedamos en que se lo pasaría para que ella lo evaluara. Fue así que, casualmente y siguiendo nuestras intuiciones, quedamos en lo que va a terminar siendo esta presentación en el Colegio de Arquitectos. 

*En la presentación del libro del próximo jueves habrá ejemplares a la venta.

*Quienes deseen comprar uno por este medio pueden hacerlo ingresando a este link: librossilvestres.com/alimanas-en-la-casa-nueva