por La Gaceta
Hasta el 31 de agosto las y los profesionales y estudiantes avanzados de arquitectura tienen tiempo para participar de “Imagina Modulor/ES”, la convocatoria lanzada por el CA D2 para diseñar una forma alternativa a la figura del Modulor con características que cuestionen la heteronormatividad y expresen la diversidad.
La iniciativa formulada por la Comisión de Género y el área de Cultura del Colegio tiene como objetivo avivar el debate público en relación a la normativización hetero-patriarcal que ha quedado fijada en el imaginario social y que tiene a la figura del Modulor como ícono representacional de dicho sistema.
El Modulor, sistema de medida creado por el arquitecto y urbanista suizo Le Corbusier entre los años 1948 y 1953, buscó establecer un sistema de medidas antropométricas que ponga en relación el cuerpo humano y la arquitectura con la finalidad de fijar relaciones específicas entre éstos, a partir de la utilización del número áureo ya trabajado por Vitruvio, Da Vinci y Alberti.
Durante mucho tiempo, el Modulor fue el logo del CA D2. De hecho, una reproducción en hierro de esa figura se exhibió hasta hace un año en la fachada del edificio. La reciente reubicación en un muro lateral del edificio antiguo hizo que su figura se refleje en los vidrios de la edificación moderna.
La interpretación de esta suerte de metáfora entre la representación tradicional y su réplica desde el presente fue lo que disparó en la comisión de Género y el área de Cultura la propuesta de abrir el juego a pensar otras formas de imaginar al Modulor.
Un año atrás, la arquitecta y diseñadora gráfica Lucía Seisas había participado de la convocatoria del Colegio para presentar ilustraciones alusivas a las distintas efemérides del calendario con el objetivo de ser utilizadas como piezas gráficas para cada fecha alusiva. Los trabajos presentados terminaron integrando una exposición en el Espacio Mínimo Emergente (m) y, entre ellos, destacó la originalidad de Seisas de conmemorar el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, con una deconstrucción del Modulor con perspectiva de género.
“Lo que hice fue trabajar con la imagen del Modulor presentando por delante la figura de un cuerpo femenino, poniéndolo como contrapunto de este varón de 1,83 metros absolutamente hegemónico. Y esta mujer está tomando la referencia superior de la medida de 2,26 metros, que es lo que mide el Modulor con su brazo extendido. Ella está bajando esa medida, apropiándosela”, explicó Seisas.
Permanentemente nos preguntamos y reflexionamos sobre los lugares que nos toca ocupar como mujeres».
Y agregó: “Si bien soy arquitecta, no ejerzo la profesión de manera tradicional pero sí formo parte de una colectiva feminista de trabajadoras gráficas que se llama Cuadrilla Feminista, en la que permanentemente nos preguntamos y reflexionamos sobre los lugares que nos toca ocupar como mujeres. Me alegra mucho saber que se convoca a pensar en otras referencias para tomar como Modulor”.
La ilustración de Seisas -ampliada e impresa en vinilo- se exhibe en el curtain wall de ingreso al edificio, haciendo de reflejo y contrapunto al Modulor de hierro que se encuentra fijado a la pared. Los trabajos que resulten ganadores ocuparán ese lugar en el transcurso de un año.
Por una arquitectura más igualitaria
En representación de la Comisión de Género del CA D2, la arquitecta Maite Pérez Pereyra brindó a La Gaceta algunas definiciones sobre el espíritu de la convocatoria abierta Imagina Modulor/ES.
“Desde la Comisión hace tiempo que se viene discutiendo el tema de lo simbólico, y entre los símbolos de nuestra profesión está el Modulor. Es un modelo de medida que en su momento fue revolucionario, que plantea toda una manera de pensar la arquitectura, con medidas, con el número áureo y las matemáticas. Pero pensándolo con la perspectiva de hoy, deja afuera a un montón de gente, porque el Modulor es un hombre blanco, con determinadas medidas, sin ningún tipo de discapacidad ni de enfermedad y de una determinada edad”, argumentó.
Quizás los nuevos Modulores puedan tener nuevas unidades de medidas como la naturaleza, el medioambiente, o el espacio ciudad».
La arquitecta aclaró que el hecho de plantear otra manera de pensar y de vivir la arquitectura no supone eliminar ni desmerecer la figura del Modulor, sino utilizarlo como base para interrogar sobre otras formas de representaciones, con parámetros más inclusivos y que reflejen la diversidad.
“Se trata de repensarlo desde un lugar más amplio. Y no sólo para otros géneros y edades, o para personas con discapacidad o movilidad reducida, sino también ampliarlo por fuera de las personas y pensarlo desde un lugar más diverso”, dijo.
“Quizás los nuevos Modulores puedan tener nuevas unidades de medidas como la naturaleza, el medioambiente, o el espacio ciudad. La idea es tratar de ser lo más amplio posible para que cualquiera se sienta convocado a proponer algo. Es un juego, para pensar desde una manera lo más lúdica y esperanzadora posible”, reflexionó.
Pérez Pereyra destacó que uno de los objetivos principales de la Comisión de Género es poner en discusión las formas en que las mujeres y disidencias han estado en desventaja en la arquitectura y que, más allá de la desigualdad en el ámbito laboral, también se busca “discutir desde dónde pensar la arquitectura y qué es lo que hace a una arquitectura más inclusiva, más feminista e igualitaria”.
“Las ciudades, la vida en comunidad, los espacios y la arquitectura generan ambientes que habitamos y en donde nos relacionamos con los otros. Si empezamos a mirarlos con otras miradas puede llegar a ser realmente constructivo y revolucionario”, concluyó.
Quienes deseen enviar sus trabajos pueden hacerlo hasta el 31 de agosto inclusive completando, previamente, el formulario de inscripción. Las bases de la convocatoria pueden descargarse aquí.
